ISABEL RODRIGUEZ BLANCO. 

DÉCIMAS A LA SANTA CRUZ. (1931).

Adoramos la cruz bella
donde Cristo padeció
y en recuerdo la dejó
para que adoren en ella.
Ninguna en su muerte huella
acompañó sus dolores
allí pasó mil clamores
sin luz en aquel desierto
y después de herido y muerto
cayó por los pecadores.

Miren bien la cruz Sagrada
cristano con devoción
mírarla con atención
y pon tu vista fijada.
En tu pecho retratada
siempre la debes tener
que Cristo con su poder
en ella quiso morir.
y muerte de cruz sufrir
por no verte padecer.

En la cruz Santa y Divina
después de tanta fuerza
dejó cubrir su cabeza
con las coronas de espina
en su frente peregrina
debe errante su desmayo
que el sol con sus vivos rayos
nos da a todos claridad
para que la humanidad
lo celebre el tres de mayo.

Ese árbol Santo y sagrado
no lo mires con desmayo
que en él, el tres de Mayo
fue Cristo crucificado
de pies y manos clavado
allí tres horas estuvo
un solo suspiro pudo
exhalar y dijo así:
"Por vosotros muero aquí
clavado, herido y desnudo".